Sandra Cerro es una de las más prestigiosas grafólogas de España. A través de su propio Centro de Grafología (Centro de Grafología Sandra Cerro), imparte formación específica de grafología y de pericia caligráfica.
Nos reunimos para hablar de su último libro “La grafología en la gestión del talento”
Buenos días Sandra. Muy interesante tu libro, me ha gustado mucho.
Gracias, me alegro mucho
¿Existe concienciación por parte de las empresas de que la grafología puede ser un método eficaz para la selección de personal?
Las empresas y consultoras de RRHH que conocen la grafología y la usan efectivamente en sus procesos de selección de personal sí son conscientes de su valía y eficacia; el principal problema es que aún hay muchas empresas que ni siquiera conocen la existencia de esta herramienta, o la juzgan equivocadamente, sin conocerla siquiera. Personalmente, estoy trabajando con varias consultoras y empresas que ya llevan muchos años utilizando la grafología, no sólo en procesos de selección de candidatos, sino también haciendo estudios de motivación y gestionando el talento para ubicación y reubicación de puestos dentro de la compañía. Algunas también piden estudios de orientación profesional, aplicados muchas veces al acompañamiento de los trabajadores cuando abandonan la empresa. La grafología abarca un campo amplísimo, es una herramienta global, y afortunadamente la están aplicando muchas más empresas de las que la gente piensa. Desconozco el porcentaje de empresas que la utilizan en España, aunque sí sé que es amplio; pero algunos estudios realizados en Francia, arrojan resultados en torno al 90%, y es bien sabido que allí no pasan un proceso de selección sin aplicar la prueba grafológica.
Por lo tanto, ¿se debería considerar la grafología como un método igual de fiable para la gestión del talento que los test psicológicos?
Sí, la fiabilidad es la misma. De hecho, la grafología es un test proyectivo gráfico, que se engloba dentro de los tests de personalidad. Muchas personas piensan que no es un test fiable porque influyen muchos factores externos, pero lo cierto es que no es menos fiable que cualquier otro test, y además tiene la ventaja de que es la única prueba que no se puede falsear: no podemos modificar nuestra escritura conscientemente, por mucho que practiquemos ¡es imposible!, e invito a cualquiera a hacer la prueba.
Otra ventaja es que es un test muy global. La grafología no sólo mide rasgos de carácter y personalidad, sino también aptitudes, capacidades, competencias, perfiles, actitudes, motivaciones, emociones e incuso patologías, de modo que abarca en una sola prueba las cuestiones para las que haría falta una amplia batería de otros tests de personalidad.
En el libro indicas que las claves del talento son: la aptitud, la motivación, la actitud hacia el logro y la acción. ¿Cómo podemos valorar estos aspectos en la escritura de un candidato?
Valorar todo esto sería el objeto de un estudio muy amplio y profundo. La aptitud es la combinación de las capacidades y los conocimientos, y en la escritura es fácil ver si una persona tiene más capacidades técnicas, matemáticas, por ejemplo, o si por el contrario sus aptitudes se orientan más hacia facetas creativas. La creatividad se muestra en una escritura original, dinámica, ágil, irregular, entre otros rasgos; las matemáticas se muestran en escrituras más sencillas y simplificadas, generalmente pequeñas y con tendencia decreciente, regulares y muy bien puntuadas. El análisis de manuscrito para determinar estos aspectos es amplísimo. Lo mismo sucede con las motivaciones: podemos ver, por ejemplo, si a una persona le motiva más el salario en la empresa cuando desarrolla aspectos como los pies de las letras, que implican tendencias materialistas; por el contrario, una persona que valore más el buen ambiente de equipo en la compañía, tendrá escrituras con desarrollo de la zona derecha e inclinación hacia esa zona, letras ligadas ente sí dentro de la palabra, con rasgos de apertura, entre otros ítems grafológicos. Esto es sólo por poner algún ejemplo.
Los tipos de actitud: derrotista, optimista, pesimista, defensiva, ofensiva, etc, también se revelan claramente en la escritura, y con estos datos la empresa puede ver si las personas candidatas van a adaptarse bien al entorno de la compañía o si, por el contrario, pueden llegar a resultar conflictivos o “anti-jefes” en algún momento. La actitud hacia el logro se manifiesta en escrituras proyectadas hacia la derecha, inquietas y dinámicas, espontáneas, y con rasgos de sana ambición como lo es la firma ligeramente ascendente; en definitiva, todo lo que implica dinamismo y progresión hacia futuro en la persona escribiente.
Basándonos en el artículo que publicó nuestra directora, “habilidades para ser un buen abogado”, en el que se enumeran las siguientes competencias: Facilidad de expresión oral y dominio del lenguaje, comprensión lectora, sociabilidad, orden, flexibilidad, espontaneidad, capacidad de escucha, diplomacia y autosuficiencia.¿Qué características, por tanto, tendría la escritura del “perfecto abogado”?
Estoy de acuerdo con Maribel. Un buen abogado tiene que tener habilidades para el trato interpersonal, diplomacia, habilidades negociadoras, seguridad en sí mismo, carisma e influencia. Algunos rasgos de la escritura que he encontrado en algunos juristas son: escrituras con mayúsculas grandes, tamaño sobrealzado, inclinación vertical o ligeramente a la derecha, cohesión interletras agrupada o ligada, presión firme, escritura ágil, dinámica, personalizada y espontánea, forma mixta o con rasgos filiformes (gesto de diplomacia y negociación), y estarían permitidos “rasgos subterráneos” que son aquellos finales de letra que recogen por debajo a la letra siguiente (facilidad para el análisis profundo de las demandas del cliente). Pueden ser estos algunos rasgos que definan, de base, la escritura de un buen abogado.
Bajo tu punto de vista, ¿el talento es innato o se puede adquirir con la experiencia?
Yo creo que todos tenemos uno o varios talentos innatos. Todos tenemos talento para algo, aunque muchas veces nos cueste encontrar o reconocer cuál es o cómo aplicarlo adecuadamente. Es la experiencia la que nos hace descubrir, muchas veces, de forma más o menos temprana, y a base de prueba y error, cuál es el tipo de talento que nos define, o que nos define más.
Desde luego, considero que es importante hacer del auténtico talento una herramienta de trabajo, y así poder presumir de trabajar en lo que a uno le gusta, y además por y con pasión.
Muchas gracias Sandra.
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Me parece una estúpidez esto de la grafología.