La ansiedad es un vehículo adaptativo que nos ha servido para sobrevivir como especie, como corroboran multitud de estudios científicos y mueve a las personas a realizar acciones que en situaciones normales no se efectuarían.
Cuando nos referimos al término ansiedad, nos viene a la cabeza un trastorno que nos impide realizar conductas adaptativas necesarias para nuestra vida. Esto es así cuando alcanza niveles excesivamente altos o no procede en determinadas situaciones.
Creemos que la ansiedad siempre es negativa, pero según la comunidad científica, una pequeña dosis puede ser realmente positiva e incluso saludable. De hecho el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV) define la ansiedad como, una reacción emocional normal necesaria para la supervivencia de los individuos y de nuestra especie.
Nuestros ancestros homínidos debían sobrevivir a los depredadores y moverse por su hábitat con prudencia. Un punto de temeridad y miedo ofrecía a nuestros antepasados la receta perfecta para sobrevivir como especie. En definitiva, la ansiedad y el miedo disponían a nuestro cuerpo y a nuestra mente para emprender la huida, evitar accidentes o posibilitar una idónea defensa.
La ansiedad es un vehículo adaptativo que nos ha servido para sobrevivir como especie, como corroboran multitud de estudios científicos y mueve a las personas a realizar acciones que en situaciones normales no se efectuarían.
La función psicológica del sistema nervioso simpático es prepararnos para la acción, y la ansiedad acelera la acción de los mecanismos de este sistema, por esta razón actuar bajo presión, con altas dosis de ansiedad, puede habilitarnos para alcanzar grandes logros.
En muchas ocasiones nos hemos sorprendido de nuestras capacidades cuando nos hemos tenído que enfrentar a situaciones que nos producen miedo. Hemos oido muchas veces eso de «vino un perro a por mí y no sé ni cómo subí a ese árbol», o «me daba un miedo enorme exponer el trabajo, pero cuando estaba allí mi mente fluía más que nunca».
Muchos de los juristas que acuden a Roleplayjurídico en busca de ayuda para superar el miedo a la actuación en Sala se tranquilizan cuando aprenden que la ansiedad inicial puede llegar a ser positiva ya que nos aporta un aporte de adrenalina, y que nos ocurre a todos los Abogados y juristas, tengamos la experiencia que tengamos.
Bajo mi punto de vista, un cierto gusanillo en el estomago antes de entrar en Sala es del todo positivo.
¿Necesitas un abogado?
Envíanos un Whatsapp o llámanos
O si lo prefieres envíanos tus datos y nos pondremos
en contacto contigo para asesorarte acerca de los
servicios que mejor se adapten a tus necesidades.
Es cierto lo que pone en este artículo. En mis primeros juicios y ponencias daba a la ansiedad una connotación negativa, pero con el tiempo te das cuenta que puede ser tu aliada.
Estupendo post!
Son cosas que pasamos por alto, y es cierto, muchas veces las cosas que creemos que son negativas, pueden ser luego beneficiosas.