1. Prepararse bien el tema
Por supuesto es fundamental conocer el tema en profundidad e indagar por librerías, Internet, amigos que conozcan el tema etc., para salir airoso cuando el típico «listillo» te haga la pregunta retorcida de turno que suele alejarse de lo que viene en el manual, por lo general suelen ser preguntas tontas con poco fundamento, pero para eso tienes que tener amplios conocimientos, pero si no lo sabes actúa con naturalidad, no pasa nada no lo tienes que saber todo.
Preparar un buen esquema es fundamental, la memoria a veces nos juega malas pasadas. Si tenemos un esquema claro que contenga los elementos más relevantes, nos va a dar mucha más seguridad, ya que no estamos a expensas de nuestra memoria y como esto no es un examen, es un discurso en el nos dejan llevar “chuleta”. ¡Aprovechémoslo!
2. Ejemplos
Muchos nos hemos preguntado cuando hemos acudido a una charla, conferencia o curso en el que se nos está hablando de algo media hora, argumentando una y otra vez lo mismo con diferentes palabras, y no nos enteramos de nada, aunque digamos sí todos con la cabeza para no parecer tontos. Pero de pronto el profesor pone el ejemplo perfecto que define el royo de media hora y dices. ! Jope, pero si es una tontería, qué fácil!
Evidentemente, llevar preparados muchos ejemplos para que a los alumnos se les encienda la bombilla y sigan el hilo argumental y presten más atención posterior es inmensamente motivante. Eso sí, un mal ejemplo puede ser la ruina de un buena ponencia. Date tiempo y busca los ejemplos más idóneos.
3. Utilizar una ropa con la que estemos cómodos
A la ropa nos adaptamos desde niños como si fuera una parte más de nuestro cuerpo, de hecho adaptamos nuestra imagen social y nuestra imagen propia al contexto en el que interactuamos, sintiéndonos cómodos con el tipo de ropa que utilizamos habitualmente. Bajo mi punto de vista, hay que adaptarse a la imagen protocolaria de cada curso en concreto, pero sin dejar de llevar la ropa que nos sentimos cómodos y que estamos habituados a llevar. Una elección de ropa que nunca utilizamos y con la que no estamos cómodos puede hacer sentirnos inseguros, y la inseguridad es de los peores enemigos cuando hablamos en público.
4. Elementos de apoyo
Las primeras veces que nos enfrentemos a hablar en público, siempre es recomendable tener algún elemento de apoyo. El mejor elemento de apoyo es una mesa y una silla, y estar sentado en ella. Si tenemos esa posibilidad, no lo dudes siéntate. Muchos miedos a hablar en público son producidos por el contacto visual directo con el grupo a quien se le imparte la charla. Eso puede hacer que nos entre miedo escénico y nuestro cuerpo sea nuestro mayor enemigo. No sabemos cómo posicionar el cuerpo, las manos no sabemos cómo moverlas, las piernas las arqueamos, etc..En el caso de que tengamos que dar la charla de pie, no pasa nada no hay por qué preocuparse, podemos apoyarnos en algún sitio, un taburete o un atril, si esto no existiera, no es mala idea utilizar un rotulador para la pizarra y escribir en la pizarra y explicar lo que has puesto, al menos la pizarra hará de mediador entre los oyentes, tu inseguridad y tú. Si nada de esto existe, tampoco hay por qué preocuparse, podemos llevar el esquema en la mano, que eso siempre lo vamos a poder hacer, y nos servirá de escudo.
5. Nadie es perfecto, es normal equivocarse
Un problema muy común en la gente con problemas para hablar en público, es el excesivo perfeccionismo. El compararse con un gran orador con experiencia de 30 años hablando en público, no es bueno desde luego. Tenemos que saber que somos primerizos, que tenemos poca experiencia y que lo importante es transmitir. Hay gente que no es gran oradora, pero en cambio los alumnos están encantados, prestan atención y aprenden mucho, y eso es porque este tipo de personas transmiten, se les nota que les gusta el tema y les apasiona enseñar sus conocimientos. Resumiendo, no seas duro contigo mismo, acepta tus limitaciones y compárate con la gente que no ha dado una charla en su vida, así seguro que saldrás mejor parado.
6. Aparentar seguridad. Sé tú mismo. Sé natural
Normalmente, sea una presentación o una reunión, suele haber una ronda de preguntas. No pasa nada si no se sabe contestar, lo importante es tener la seguridad para poder decir que no lo sabes. Si titubeas, o dudas parece que está mal que no lo sepas, pero si respondes con naturalidad, no pasa nada. Desde luego se valorara por parte de la audiencia la espontaneidad y naturalidad, si la gente ve que a ti no te preocupa demasiado ni te crea ningún trauma no saberlo todo, eso va a hacer que no te vean vulnerable.
7. Hacer que los alumnos intervengan con asiduidad
Es una buena técnica para relajarnos un poco y hacer que los alumnos participen. Seguramente esto ayudara a los primerizos a no tener la percepción de que los alumnos están inmóviles juzgando y criticando tu discurso, esta técnica hará que veas a los oyentes más como amigos que como “muñecos malvados que van a por ti”. El hacer preguntas también delimita el rango de profesor con conocimientos en la materia y alumnos que están aprendiendo, y eso, sobre todo al principio, es bueno que exista.
8. No tengas en cuenta actitudes de los alumnos que no sean generalizadas
No valores los gestos y actitudes de los alumnos de forma particular. Siempre habrá gente que le aburre el tema, no porque lo estés haciendo fatal, si no porque no le interesa lo más mínimo y han ido obligados. Gente que bosteza, igual no es porque le aburra tu discurso, posiblemente esté muerto de sueño. Gente que niega con la cabeza, no te preocupes eso es normal. No es que estés fracasando, hay gente para todo y gente muy maleducada. Otra cosa es que todo el mundo este bostezando y nadie haga caso. Si esto ocurre puedes preguntar a alguien, así se hace más ameno, o poner algún ejemplo, que eso siempre tiene más seguidores.
9. Si puedes, bebe agua
Es bueno para la voz y tranquiliza. Si es un zumo también vale. ¡Pero nunca alcohol eh!
10. Por último, y el consejo más importante. No te preocupes si no has tenido el éxito esperado.
Es raro que alguien sin experiencia en hablar en público tenga un éxito impresionante y de una charla perfecta. Lo habitual es tener algunos fallos y cometer algún error. Ten esto presente: Cada día lo harás mejor, como todo en la vida. ! Suerte!
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Totalmente de acuerdo con la ampliación del contenido Fernando.
Muchas gracias!
Buenas recomendaciones. Es importante también i) conocer el público objetivo previamente, perfiles, edades ii) corroborar si el material de apoyo, tecnológico, funciona adecuadamente iii) verificar el tiempo del que disponemos