Oratoria Jurídica
-El fin de la oratoria es hablar bien en público, y el abogado/graduado social, en cualquiera de sus funciones, ya sea en reuniones de trabajo, exponiendo sus conclusiones a un cliente, realizando un dictamen, un asesoramiento laboral o defendiendo sus intereses ante los Tribunales tiene que informar y convencer.
– La imagen que vamos a dar a nuestros oyentes es básica. Debemos ir vestidos correctamente, con un aspecto agradable y cuidado.
– Debemos ser expresivos, gesticulemos, generemos sensaciones positivas en nuestro público.
– Mostremos seguridad con nuestra voz (y también con nuestros gestos no verbales).
El Orador Jurídico es aquel que maneja un Discurso Improvisado previamente esquematizado y sustentado en una profunda preparación y conocimiento del caso.
Planificación de la Disertación jurídica
– Buscar información: Ley- Doctrina y Jurisprudencia; circunstancias de los testigos que van a comparecer en el acto del juicio.
– Ordenar ideas e información. Esquematización.
– Estructurar y planificar esa información. Esquematizarla y desarrollarla mentalmente para fomentar la improvisación controlada que hemos de transmitir en estrados.
– Ayuda, una vez esbozadas las ideas básicas que vamos a transmitir, leer en voz alta nuestro escrito, ampliándolo con los puntos que conocemos y controlamos, pero no vamos a memorizar; de este modo, modularemos la voz y seremos conscientes del énfasis y de las pausas que tendremos que realizar durante nuestra exposición. Tomemos notas manuscritas.
– No memorizar preguntas ni conclusiones. Conocimiento exhaustivo no es igual a memorizar.
– El interrogatorio directo del testigo debe ser preparado siguiendo un orden cronológico.
– Por el contrario, el contrainterrogatorio ha de enfocarse desde una perspectiva temática y argumentativa, diferenciando por temas.
Interrogatorio de testigos
PREPARACIÓN DEL INTERROGATORIO
1ª.- Conocimiento del testigo y de su testimonio:
– Sus antecedentes,
– Relación o vínculos de filiación o amistad con la otra parte,
– Intereses de todo tipo,
– Capacidades físicas, psíquicas, de percepción, participación en los hechos, etc.
2º.- Determinación del objetivo y toma de decisión sobre proceder al interrogatorio:
– Limitación de los efectos negativos derivados del interrogatorio directo.
– Ataque al testigo.
– Desmontar el relato para invalidar la declaración.
– Acreditar nuevos hechos para la defensa de nuestra tesis.
3º.- Preparación y planificación de la ejecución del testimonio:
– Estrategia a seguir
– Orden cronológico o temático,
– Ritmo y empleo de los diversos tipos de preguntas,
– Intensidad del tono a emplear,
– Determinación de las evidencias,
– Elaboración escrita del texto del interrogatorio.
Artículo 92 LRJS, en relación con el artículo 368 LEC: Claridad, precisión, no valoraciones ni calificaciones.
Preguntas en cualquier sentido, positivo o negativo, a diferencia de lo que sucede en el interrogatorio de parte. Nunca introducir valoraciones.
Interrogatorio directo es el interrogatorio que realiza una parte procesal a un interrogado que sostiene una versión propicia de los hechos; los interrogatorios directos por antonomasia son, de un lado, el que realiza la acusación a la víctima y, de otro lado, el que realiza la defensa al acusado.
Es un espacio de co-construcción entre el abogado y el testigo.
Contrainterrogatorio es aquel al que somete una parte procesal al interrogado que mantiene una versión de la historia contraria a los intereses de quien interroga.
Mayor control sobre las respuestas del interrogado.
Pueden ser constructivos y destructivos
Estructura del Alegato
El informe ha de ser:
– Solvente técnicamente; conocemos los hechos y el derecho aplicable.
– Sintetizado y conciso.
– Flexible, priorizando por importancia.
– Atractivo para el juez.
a) La elaboración del informe oral. Fases:
¿Qué voy a decir?
A incluir:
– Hechos, prueba de los hechos, argumentos.
A excluir:
– Los juicios de valor, las opiniones, las afirmaciones y conclusiones, incluso jurídicas, no avaladas por una prueba.
¿Cómo lo voy a decir?
Diferenciaremos los hechos que han sido fijados como controvertidos en el procedimiento y hablaremos de su acreditación, o no, en relación con los medios de prueba que se han practicado.
¿En qué orden?
Evitemos introducir cuestiones superfluas y centrémonos en primer lugar en las argumentaciones y pruebas que más interesan a la defensa de nuestro cliente. Conviene finalizar con la refutación de las posiciones de la contraparte.
¿Cuánto tiempo empleo?
Calculemos una media que oscila entre los cinco y los diez minutos.
b) Partes del informe oral:
EXORDIO; prescindible en el juicio laboral. Es una brevísima introducción que puede servirnos para apelar a la situación personal de nuestro cliente o a las especiales características del asunto. Podemos utilizarlo también al final de las conclusiones, a modo de epílogo.
DIVISIÓN; podemos prescindir de esta parte del informe, teniendo en cuenta la celeridad que rige en el procedimiento laboral: “Comenzaremos con una exposición de los hechos relevantes que han quedado acreditados para, acto seguido, realizar un examen crítico de la prueba practicada y, finalmente, concluir exponiendo nuestras conclusiones”. Nos sirve para avisar al juez de forma esquematizada sobre lo que vamos a hablar.
EXPOSICIÓN; supone el arranque de nuestras conclusiones. Podemos aprovechar esa “previa elevación a definitivas de nuestras alegaciones” para centrar los términos del debate jurídico con energía y seguridad. No conviene prescindir.
ARGUMENTACIÓN: VALORACIÓN DE PRUEBAS. Básico y no prescindible. Esencial para valorar la prueba y para persuadir al juez. Centrémonos en llamar la atención del juzgador sobre el resultado de las pruebas, inclinando la balanza del lado de la acreditación de la tesis defendida por nuestra parte.
En esta fase tendremos que modular el tono y enfatizar, haciendo pausas breves de vez en cuando.
Comenzaremos con una valoración potente para intercalar con una débil y otra fuerte. Debemos seguir un orden cronológico.
Podemos aprovechar también para refutar los argumentos contrarios, adelantándonos al informe de la contraparte.
CONCLUSIÓN Y EPÍLOGO. “Por todo lo expuesto, solicitamos del Tribunal…”
– Las conclusiones no se deben memorizar ni preparar de tal forma que vayan a ser reproducidas literalmente durante nuestro alegato. Podemos tener prevista la valoración de algún medio probatorio que ya esté incorporado a nuestra demanda o hayamos previsto que iba a ser aportado por el contrario (o haya sido aportado con carácter anticipado), pero es imposible adelantarnos al resultado de la prueba practicada en el acto de la vista. Por ello, preparemos un esquema que nos facilite el guion de lo que queremos dejar claro en nuestro resumen y que, en caso de un hipotético bloqueo o de un “cambio de paso” por parte del Magistrado, nos va a permitir retomar ese guion en el punto en el que había sido interrumpido.
– Cuando valoremos documentos, remitámonos al número del mismo. Ayudaremos al Juzgador.
-Modulemos la voz y el tono para generar sensaciones en el auditorio.
– No se puede leer. Genera una impresión nefasta e impide que generemos emociones en el interlocutor y modulemos el tono.
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